viernes, 15 de enero de 2010

Sexo e Iglesia Católica (y 4)

Puesto que la virginidad y la castidad (esterilidad opcional y voluntaria) son estados más perfectos y superiores al matrimonio, (reproductivo obligatorio,sin opción), ¿Qué pasaría y qué hubiera pasado si a todos nos hubiera dado por ser castos y vírgenes, por ser perfectos o más perfectos?.

La castidad y su consecuente virginidad, más que certificados para entrar en el cielo son las garantías de extinción de la especie, por lo que la Iglesia se quedaría sin fieles (todos estaríamos, durante un paréntesis, en la clase clerical) y Dios se quedaría sin "hijos".

Pero llega San Ambrosio, el tutor y/o maestro de San Agustín y nos lo explica:
"Hay tres tipos de castidad: a)la de las vírgenes, b)la de las viudas y c)la de los esposos.
Los esposos, haciendo el amor con fines reproductivos, son, también, castos".

¡Hay que joderse¡.

Así que, desde el punto de vista ambrosiano, ¡la cantidad de fornicación que hay en el mundo¡.

Si la sexualidad es una actividad que tiene como efecto el equilibrio homeostático, tanto biológico como psíquico, obligar al clero a renunciar a ella es condenarlos a ser/a estar desequilibrados.

Son tantos y tan truculentos los episodios sexuales de monjas y curas a lo largo de la historia...

Cuando estaba de profesor, en mi Instituto, había chavales que merodeaban en los aledaños de una secta religiosa, con centro en Cruz de Humilladero, por lo que más de una vez me metí en informarles sobre sectas religiosas.
Una de las entonces especialistas, recientemente fallecida y entonces parlamentaria, Pilar Salarrullana, ya había puesto de manifiesto el peligro de las mismas, sobre todo en dos colectivos fácilmente captables: los adolescentes-jóvenes y los mayores-jubilados.
Pero el que más fuerte gritaba (y lo sigue haciendo) era/es Pepe Rodríguez, perseguido y amenazado por todas las sectas.
Pepe Rodríguez (al que os invito entréis en su www) es un crìtico furibundo sobre la sexualidad en el estamento eclesiástico.
Desde 1.984 está, constantemente publicando sobre esos dos temas.
En 1.995 publicó "La vida sexual del clero", criticándolo y dando nombres, apellidos y lugares.
Después publicó "Pederastia en la Iglesia Católica".
Los últimos acontecimientos, tan recientes, de la Iglesia Irlandesa (con todo lo que ha salido a la luz) y la Estadounidense (con más de 4.000 sacerdotes acusados de abuso sexual)....
Lo último que yo leí de Pepe Rodríguez fue "Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica".
Estoy seguro que sigue publicando. Pero yo, ahora, me encuentro en otros terrenos.

(Tras este inciso)

Alos embarazos de monjas se los denominaba "posesiones diabólicas".

El celibato, el voto de castidad, no es doctrina revelada, no aparece en ningún lugar de la Biblia, tiene un origen humano, no divino.
Fue muy cerca de aquí, en Granada, en el Concilio de Elvira (300-306) en el que se impone, de forma clara, la obligación del celibato, porque, hasta esa época, el cohabitar con una mujer y tener hijos era bastante normal.
En la Edad Media hubo que excomulgar a clérigos casados, lo que da a entender que la norma conciliar no fue bien cumplida.
En el XVI, en el Concilio de Trento, con la Contrarreforma, se confirman las normas sobre el celibato.
La obligatoriedad viene exigida para una mayor entrega del clero a la feligresía, al estar libre, "descargado" de las cargas familiares, evitar el nepotismo y el ser, entonces, más fiable el secreto de confesión, al estar desligados de personas próximas.
Ser "padres de almas", además de una sublimación freudiana, no es comparable a ser "padres biológicos", aunque sea una salida colateral.
Lo que no me explico es por qué hay curas que quieren seguir siendo curas y estar casados y tener familia, mientras no cambie la normativa eclesiástica.
Es como si yo me empeñase en conducir coches sin tener el carnet de conducir, mientras no cambie la obligatoriedad de tenerlo.

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