domingo, 5 de septiembre de 2010

EL MÁS INTELIGENTE DEL MUNDO

Siempre había tenido como la persona más inteligente que había existido (y así se lo enseñaba a mis alumnos) a Goethe. Era el primero de la lista que aparecía en La Mente humana, del profesor Pinillos que, en mis tiempos, era el psicólogo considerado imprescindible y más de fiar.
Sus Fundamentos de Psicología (y la tan socorrida “La mente humana”) eran dos de los textos que no podían faltar en la biblioteca de filósofos y psicólogos.
Y después de Goethe (con un C. I. (Cociente Intelectual, y NO Coeficiente Intelectual, como uno ve y oye por ahí) de 210, aparecían Vinci ( Voltaire (190), Newton (190), Galileo (185), Descartes (180), Leonardo da Vinci (180), Kant (175), Mozart, Franklin, Rembrandt, Napoleón,…)

Pero acabo de leer, en un libro nada sospechoso, de un alemán, que la persona más genial de la historia ha sido un inglés, John Stuart Mill.
En una lista de 10 no aparecen ni Descartes, ni Kant, ni Napoleón, ni Einstein, ni Hawking, ni Fleming…
La lista es: J. Stuart Mill, Goethe, Leibniz, Grocio, Macaulay, Bentham, Pascal, Schelling, Haller y Coleridge.

Y es que, leyendo la autobiografía que el propio Stuart Mill nos ha dejado (si es verdadera, y no tenemos motivos para dudar) es impresionante.

A los 3 años leyó las Fábulas de Esopo, en su versión original. Luego siguió con la Anábasis, de Jenofonte, con Herodoto, Diógenes Laercio, Luciano e Isócrates.

A los 7 años leyó los Diálogos de Platón y, con la ayuda de su padre, se introdujo en la Aritmética. Para descansar leía en inglés a Plutarco y la Historia de Inglaterra, de Hume.

A los 8 años comenzó a enseñar latín a sus hermanos pequeños y, así, leyó a Virgilio, Tito Livio, Ovidio, Terencio, Cicerón, Horacio, Salustio y Ático. Mientras proseguía sus estudios de los clásicos griegos Aristófanes, Tucídides, Demóstenes, Esquines, Lisias, Teócrito, Anacreonte, Dionisio, Polibio y Aristóteles.

Pero como el ámbito que más le interesaba era la historia, como “entretenimiento provechoso” escribió una Historia de Holanda y y una Historia de la constitución romana.
Aunque también leyó a Shakespeare. Milton, Goldsmith y Gray, sin ser la literatura su centro de atención (de sus contemporáneos sólo menciona a Walter Scott), porque, según nos cuenta él mismo su mayor diversión infantil era la ciencia experimental.

Con 12 años se introdujo en la Lógica y en la Filosofía.

A los 13 hizo un curso de economía política (su padre era amigo de los economistas Adam Smith y David Ricardo).
Pero antes de acceder a leer a estos autores su padre le obligaba a redactar, de forma precisa y clara, la lección que le daba durante sus paseos diarios.
Ahora ya sí pudo leer los trabajos de Smith y Ricardo, y a refutar, con éste, a Smith, a quien no consideraba bastante profundo.

A los 14 años viajo a Montpellier, donde estudió Química, Zoología, Matemática, Lógica y Metafísica.

Tras regresar de Montpellier siguió a Jeremy Bentham y fundó, con su padre, The Westminster Review, cuya influencia lo convirtió en el intelectual más importante de Inglaterra.

Mill, además, escribió uno de los primeros libros sobre el movimiento feminista “El sometimiento de las mujeres”, en 1.869, lo que constituye otra prueba de la superioridad de su inteligencia.

¿Se imaginan Uds. tener un hijo así, en casa, en los tiempos actuales?.
No para encerrarlo, para encerrarse uno en un manicomio o autodesterrarse a Japón o empadronarse en Sierra Leona.

1 comentario:

  1. No vuelvo a leer un artículo tuyo en la vida. Me has deprimido para in eternum. Naturalmente este individuo se lleva todo para su intelecto y ¿qué nos queda a los demás? Estudiar un montón de años para poder medio traducir a Cicerón y alguno semejante, y dar gracias de que has llegado a poder hacerlo, porque otros ni aún así.
    CReo que soy más tonto de lo que yo me temía...
    ¡qué depresión...!

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