miércoles, 8 de junio de 2011

NÚMERO DIEZ. BLAS INFANTE: FIESTAS ANDALUZAS Y FIESTAS MUSULMANAS.

Me he preguntado muchas veces, (y con curiosidad), qué pensaría o cuál sería el comportamiento de Blas/Ahmad Infante ante tantas fiestas cristianas andaluzas. Y, lo que escribo a continuación, sin entrar en muchos análisis, son hipótesis mías, que ni he podido constatar ni falsar.

Por ejemplo. El Domingo de Resurrección es la fiesta principal de Coria del Río. Si Blas/Ahmad Infante seguía siendo musulmán, ¿cómo sería su conducta ese día?. ¿Iría a la procesión con su esposa e hijos aunque sólo fuera para admirar el espectáculo?. ¿Se iría al campo?.

Por ejemplo, la SEMANA SANTA. Una fiesta del calendario litúrgico cristiano-católico y celebrada durante siglos.
La manera de vivir, hoy, la fiesta es muy distinta a como sería en aquellos años, con la dimensión religiosa únicamente.
En mi pueblo se cubrían las imágenes con telas de color morado, no tocaban las campanas, los bares y los cines cerrados, los oficios eran larguísimos (todo muy distinto a esa otra dimensión vacacional, lúdico-festiva, artística, visual, sinfónica, social, extrovertida,…). Los costaleros y la procesión de los pasos sevillanos o de los tronos malagueños, es todo un espectáculo y nada triste. La dimensión cofrade, religiosa, no es óbice para que los innumerables espectadores asistan al espectáculo, continuando con copas y tapas hasta la siguiente procesión.

El acontecimiento principal que se conmemora es la pasión y muerte de Jesús, que es la culminación de la cuaresma (tiempo de abstinencia, de sacrificio y de preparación tras el desmadre carnavalesco y “haber tomado la ceniza”).
Pero la Semana Santa es todo menos triste (tan distinto a como era en vida de Blas/Ahmad Infante).
Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. Comienza con la Pollinica y termina con el Cristo resucitado, pero durante todos los días de la semana son varios los tronos que se procesionan, de las distintas cofradías (en Málaga con El Cautivo y hasta con los legionarios con el Cristo de la Buena Muerte).

No hay ciudad ni pueblo andaluz que no se precie de su Semana Santa, conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, pero que cada vez es más festivo-profana que religiosa en sí. Nada dolorosa, sino alegre, de un inmenso colorido y goce estético.

Yo conozco y no falto, el viernes santo, a la subida al calvario de Nuestro Padre Jesús (que, en realidad es una bendición de los campos, con su manojo de habas colgando de la cruz y bendiciendo, con su brazo articulado, a los miles y miles de hornazos, con forma de gallina en cuyo interior va un huevo duro).
Estoy refiriéndome a Priego de Córdoba.
Con el pique entre los Columnarios (la procesión de los ricos) y los Nazarenos (la del pueblo). Más formal la primera, más anárquica pero “espectacular” la segunda.

Las Hermandades y Cofradías tienen autonomía económica y organizativa propia, primando los hermanos mayores sobre la autoridad religiosa.

¿Cómo actuaría un musulmán como Blas/Ahmad Infante?.

O, por ejemplo, LAS CRUCES DE MAYO, fiestas es torno a la cruz, sin imagen, y que es el centro de culto. “Ir de cruces” es visitar las cruces ornamentadas con flores y que surgen en cada rincón o plaza, por barrios, al ritmo de música alegre y de baile, al tiempo que se acompaña de tapeo y copeo. Sobre todo en Granada y Córdoba (en ésta continúa con los patios (borrachera de flores) y termina con la Feria de la Salud).

Se preparan, secretamente, los elementos decorativos que acompañan a las siempre presentes flores, hasta que “se planta la cruz”. Compiten entre ellas por el primer premio.

La cruz, un instrumento, en sí, de tortura se convierte en símbolo festivo.

O, por ejemplo, EL CORPUS CHRISTI.
Esta fiesta, que se celebró por primera vez en Toledo, ya en 1.280. ¿Quién no conoce o ha ido hablar de la custodia monumental de Arfe?.
En Sevilla esta fiesta se celebró dos años más tarde, en 1.282, y en el siglo XIV ya se generalizó en todos los reinos cristianos.

Procesiones solemnes, en torno a la custodia, bajo palio, con la Hostia Consagrada (“Cuerpo de Jesús Sacramentado”, que es como se le llama), que eran una representación del poder de la Iglesia, con los ornamentos más vistosos, pero en las cuales también figuran autoridades civiles y militares, con uniformes de gala y condecoraciones, y sin faltar las hileras de niños que han tomado la primera comunión en el mes de mayo.

A veces aparecían, también, lo enemigos de Dios y de la Iglesia (demonios y herejes), representados por figuras grotescas, como la tarasca, dragones, gigantes, cabezudos, moros,…

En sus comienzos iban unidas a autos sacramentales, que adoctrinaban al pueblo. Hoy se reducen a la solemne procesión.
El pueblo asiste expectante, pero sólo como espectador, sin participación activa.

En Granada es la principal fiesta de la ciudad.

Hasta en mi pueblecito se procesionaba la custodia bendiciendo, en su recorrido por las calles principales, a enfermos e impedidos, así como a los niños, en los altares levantados con mantillas y flores.

En Priego de Córdoba, por el maravilloso barrio de La Villa, toda ella alfombrada de flores y ramajes, con un olor a geranio, jazmín y dama de noche, que lleva a una “borrachera de olores”.

Pero, apenas acabada la procesión y la custodia ya en la parroquia, comienza el espectáculo festivo, en la caseta municipal.


FIESTAS MUSULMANAS

Desde pequeñitos, al tiempo que la teta de la madre, las papillas, las comidas de frutas y poco a poco nos van llenando el estómago de comida variada, se nos va alimentando, intelectualmente, con una cultura concreta y una religión determinada, la de nuestros padres, a través de cuyos esquemas vemos e interpretamos el mundo.
Tiempo después cada uno decidirá qué comer, qué saber y qué creer.

Digo esto porque yo, al día de hoy, me considero occidental y agnóstico, ni creyente ni practicante, lo que no considero ni una virtud ni un demérito, sino un hecho.
Digo esto, también, porque cuando me acerco a otra religión distinta a la que alimentó mis sentimientos, me acerco como un extranjero, desde fuera, como un intelectual curioso que quiere saber, para ver, contemplar y describir lo que hay. Como el radiólogo se acerca al enfermo, (no como el médico, ni como el cirujano).

Leo que las fiestas musulmanas tienen que ver sólo y exclusivamente con Mahoma, con lo que dijo, con lo que hizo y con lo que ocurrió. Fiestas religiosas, sociales y familiares. Pero como a Alá no se le puede dar culto….
Nada que ver con las fiestas cristianas que entre las cientos de advocaciones de Jesús y de Cristo (y como, además, Cristo, el Hijo de Dios, también es Dios) y entre no sé si miles de advocaciones de María, por todo el mundo mundial (he entrado en los pueblos españoles, europeos e iberoamericanos y… ¡me he cansado de ver Vírgenes¡) y, si a esto, le añadimos todos los santos y mártires del calendario, intercesores de los hombres ante Dios (donde en cada día del calendarios hay bastantes….)…
Hasta mi pueblecito está orgulloso de su Virgen del Rosario, con las subastas de los banzos de las andas, por promesas de favores concedidos, de productos agrarios,… y de su fiesta patronal, San Clemente Romano, del que se dice que hizo un milagro en mi pueblo, durante la francesada, cuando un toro bravo, de repente, se convirtió en manso, se dejó uncir al carro y, así, pudieron trasladar cadáveres de franceses a un pozo ciego de una dehesa vecina….

Las celebraciones religiosas musulmanas no son muchas:

1ª.- El día del nacimiento de Mahoma, que sería el equivalente a nuestra Navidad y que, como en el cristianismo, tampoco se sabe cuándo nacieron ambos. La diferencia es que nuestra Navidad fue porque, aprovechando la Iglesia que en esas fechas se celebraban, en el mundo pagano, unas fiestas muy concurridas, las Saturnales romanas, que duraban una semana, coincidiendo con el solsticio de invierno y, aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, es decir, aprovechando la fecha, colocó ahí el nacimiento (Natividad), cuando, hoy, “se sabe” que no pudo ser esa fecha pero que tampoco se sabe, a ciencia cierta, cuál fue.

2ª El comienzo de su año lunar (nuestro 1 de Enero), que es variable (teniendo en cuenta nuestro calendario) ya que ese día del año 622, Mahoma, con un puñado de seguidores, tuvo que huir de la Meca a Medina. Conmemoración de la Hégira o del Éxodo. Este año 2.011 comenzó el 26 de Noviembre, y es el año 1.433. Para el 2.012, comenzará el 15 de Noviembre, y será su año 1.434

3ª El Ramadán, el 9º mes de su calendario, durante el que debe hacerse sólo un comida, con “la noche del poder” o “noche de la autoridad” o “la noche del destino”, o “noche de la predestinación”, o “la gran noche” hacia el final de mes, cuando aconteció la primera revelación de Alá a Mahoma a través de Gabriel, y de lo que, posteriormente, saldrá el Corán, el libro “revelado”. Mes de ayunos abstinencias varias. En esta fecha también se celebra la transmisión, en forma completa del libro. Esa noche suele pasarse orando en la mezquita, porque en ese día se cumplirá todo lo que se le pida.

4ª La fiesta del fin del Ayuno, al terminar el Ramadán. Tras la plegaria final se reparten dulces, comida, bebidas no alcohólicas, tanto en la mezquita como en las casas. Suelen durar tres días.

5ª.- La noche de la ascensión nocturna, o viaje, de Mahoma a los cielos.

6ª La fiesta del sacrificio, setenta días después del Ayuno. que dura cuatro días, que es el clímax de la peregrinación a la Meca. Se sacrifica un animal (cordero o cabra) en Mina, un pueblo situado entre Arafat y la Meca. Se conmemora el sacrificio de un cordero que Abraham (Ibrahim) hizo, en lugar de Isaac (Ismail). El cordero sacrificado se divide en tres partes: una para los necesitados, independientemente de su religión, raza o nacionalidad; otra para los amigos y la 3ª para los miembros de la familia.

7ª La noche del perdón (15º día del octavo mes). Se perdonan los pecados mutuamente y se pasa la noche en oración.

8ª. El 9º y 10º día del primer mes del año, el mes de Muharram, celebra que el arca de Noé consiguió pararse, aposentarse, en el monte Aralar. También es el día en que nació Abraham y el día en que fue construida la Kaaba.

Mi curiosidad, mi pregunta, sigue siendo ¿Festejaba Blas/Ahmad Infante estas fiestas o no? y si sí, ¿cómo lo haría?. ¿Y su familia?.
Porque sabemos, por carta manuscrita, el horario diario de Blas/Ahmad Infante.
De 10 a 11 horas: Religión y Filosofía,…. De 11 a 13 horas: estudio: Peregrinación. De 14 a 15 horas: Idiomas.
Sabemos que aprendió perfectamente el árabe, incluso lo enseñaba. En su biblioteca se encontraron dos Coranes, manuscritos en los márgenes con sus comentarios (como las glosas emilianenses del primer castellano en los libros en latín).
Sabemos que cuando peregrinó a la tumba del rey-poeta Al-Mutamid, dio siete vueltas a la tumba, en sentido opuesto a las agujas del reloj, a semejanza de las siete vueltas que los peregrinos musulmanes dan en la Meca en torno a la Kaaba.
Fue más que una visita, fue un viaje iniciático que provocó en él una metamorfosis.
Cuando llegara a casa, ¿cómo se comportaría?. ¿Y su familia?.

En una carta, de su puño y letra, dice: “¿Qué nos queda del Islam?. Nos queda, del Islam, el sentimiento de poder de Alá y su equilibrio. El Islam no es sólo espiritualidad, es también movimiento”.
¿Qué querrá decir “movimiento”? ¿Lucha?.

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