lunes, 8 de agosto de 2011

EL DOPAJE 1


No seré yo quien defienda, de manera absoluta, el dopaje. Pero lo que sí afirmo es que, casi siempre, una substancia artificial, administrada a un atleta o a un trabajador, hace que “den más de sí” de lo que, sin substancia, pueden dar.
Habrá quien defienda “los límites impuestos por la naturaleza”, yo defiendo que el hombre, con la cultura, está siendo capaz de saltarse estos límites e ir más allá de lo que, naturalmente, no podría.

Defiendo la naturaleza plástica, maleable, “estirable” de la naturaleza humana. Veo al hombre más como una “goma elástica” que como “un palo rígido”. Y soy consciente de que si el “palo” no puede “dar de sí” más allá de lo que es, la “goma” sí que puede “ir más allá”, “dar más de sí”, estirarse, pero consciente de que no es ilimitadamente “estirable” y que, más allá, de ese límite, puede romperse, el hombre puede morir. Pero acercarse a ese límite de “estirabilidad”, para “dar más de sí”, ¿Por qué no?.
Una de las técnicas, para ello, son externas (mejores zapatillas de deportes, mejores bicicletas, mejores pértigas, mejores motores,….).
Pero también hay técnicas no externas para “mejoría del rendimiento”, entre ellas las substancias dopantes.

Es una decisión de acuerdos: sólo se permiten las primeras pero no las segundas, o puede acordarse permitir ambas.
Existen ventajas, también biológicas (el ritmo cardiaco de Indurain, la altura y la flexibilidad de los saltadores de altura, o de los jugadores de baloncesto, o…)

¿Como si el alcohol, el café, la tila,…. no fueran substancias dopantes que hacen “dar más de sí” a la persona (desde el estudiante al atleta, desde el trabajador al…)

Siendo sabedor de ello, siendo consciente y siendo libre para hacerlo o no hacerlo ¿por qué no?.

Cuando animamos a alguien diciéndole “tú puedes”, ¿necesariamente estamos afirmando que puede hacerlo de manera natural, cuando artificialmente, sí que podría conseguirlo y sentirse satisfecho?. ¿Por qué no?

¿Que es jugar con ventaja respecto a los que no se dopan?. Pues, igual que puede haber una competición entre los absolutamente contrarios al dopaje, ¿por qué no una competición entre los partidarios del dopaje, hasta ese límite más allá del cual es ponerse en peligro de muerte?.

En peligro de muerte está el que se sube a la Giralda para lanzarse al vacío. No seré yo defensor de ese tipo de suicidio (porque creo que es la ofuscación pasajera la que lo imposibilita para ver la gravedad de su acción), pero si el suicida sabe del peligro, es consciente de ello, es libre y cree que ya no merece la pena seguir viviendo (con ese cáncer mortal de necesidad, por la muerte del ser querido que daba sentido a su vida, porque seguir viviendo es seguir sufriendo para, al final, tener que morir, porque ya no quiere vivir tetrapléjico, encamado, esperando y deseando la muerte….).
Cuando la vida ha dejado de tener sentido y se muta la jerarquía de valores…

EL MITO DE LO “NATURAL”

La valoración de lo “natural” en detrimento de lo “artificial” es algo tradicional e histórico, pero no necesariamente preferible.
¿Tenemos algo “natural” en nuestra vida, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y mientras estamos dormidos?.
Pensemos. El inodoro, el agua potable, el cepillo de dientes y la crema dental, la lecha desnatada, la sacarina, la taza, la cucharilla, el plato, la mermelada, la mantequilla, la servilleta,…… (puede Ud, seguir). ¿algo natural?. NO. Todo artificial. ¿Malo?. ¿Sería mejor mear y defecar en la calle (“natural”), tomar directamente la leche de la cabra recién ordeñada (“natural”), remover la leche y comer con los dedos (“natural”), etc, etc, etc…

Llamamos “natural” a lo “tradicional” pero eso no es garantía de nada y, en el caso de la higiene, es antihigiénico.

Es “natural” que si te pica una víbora, su veneno acabe “naturalmente” con tu vida. ¿No es mejor acudir al más cercano Centro de Salud, para que te suministren un “antídoto” (artificial) que contrarreste el veneno?.

¿Es “natural” el algodón de nuestras camisetas veraniegas y en ellas no ha intervenido “la mano del hombre”, “desnaturalizando” el “algodón natural” tal como se da en nuestros campos andaluces?.

¿Respetamos la “naturaleza” del petróleo o lo “desnaturalizamos” para poder extraer de él, desde combustibles hasta aceites, desde tejidos sintéticos hasta medicinas, desde todo tipo de aparataje hasta….?. ¿Respetamos “la naturaleza” del petróleo y su uso “natural”, “tradicional” del calafateado de los barcos?.

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