martes, 20 de diciembre de 2011

1.- HA MUERTO CHRISTOPHER HITCHENS.


“Si Dios no existiera, habría que inventarlo” –sentenciaba el “deísta” (no confundir con “teísta”) Voltaire y a la que opone el “anti-teísta” (no confundir con “ateo”) Mijail Bakunin: “Si Dios existiera habría que abolirlo”.
Más cercano a nosotros, André Malraux, a finales del XX, sentenciaba: “el siglo XXI será religioso o no será”.
Nunca hubo tanta ciencia y tanta tecnología como hoy pero nunca ha habido tantas religiones y tantas sectas (muchas de ellas destructivas) como ahora. Y más en E.E.U.U.
Lo triste de todo esto es que el fanatismo religioso está ocupando el lugar de las ideologías y las distintas Iglesias, todas, están colándose o intentando colarse en las instituciones civiles.

Afirmar que en la política de E.E.U.U. la “derecha cristiana” está ocupando un lugar dominante es afirmar algo obvio, aunque, institucionalmente, se anuncie que se mantiene el laicismo.

En la mentalidad de los líderes de E.E.U.U. está presente, consciente o inconscientemente, la misión divina de considerarse el guardián, el pastor y el guía del mundo mundial.
Pero es que lo del mundo islámico es algo estremecedor. Ya no es ingerencia de la religión, es afirmar, expresamente, que “El Corán será nuestra Constitución”. ¡Esto es una barbaridad¡
¿Un ejemplo?. Al-qaeda.

Si el muro de Berlín era la causa/motivo/excusa de la guerra fría, durante, muchos años, de capitalismo vs comunismo, los atentados islamistas en varios países de Europa y, sobre todo la caída de las Torres Gemelas han inaugurado un nuevo tipo de guerra, replicando, con espíritu de venganza y con tintes religiosos, en las invasiones de Irak (Zapatero sacó las nuestras de allí al día siguiente de tomar posesión como Jefe del Gobierno y E.E.U.U. hoy mismo) y de Afganistán, en la que nos encontramos.
Es el “choque de civilizaciones” (más bien de fanatismos) preconizado por Huntington contra el que mi cesante Presidente del Gobierno, en el papel de Cid Campeador y con las no adecuadas compañías, quiso oponer el “buenista y quijotesco “pensamiento Alicia” (en expresión de Gustavo Bueno) con el nombre de “Alianza de Civilizaciones” (que ha sido uno de los temas más criticado por mí, en varios escritos) y que está disolviéndose como azucarillo en el agua.

La ingerencia e influencia de las religiones en el espacio público está siendo cada vez más agobiante, bajo las variadas formas de integrismo y sus posicionamientos extremos no sólo en cuestiones de vestimenta o comida, sino en temas más profundos, como el aborto, el divorcio, la familia, la educación, la natalidad, los matrimonio homosexuales,….

De libros en pro y en contra de estos temas profundos estás rebosantes las librerías.

En E.E.U.U., políticamente, ser ateo es mayor inconveniente que ser homosexual o católico. Por lo cual, muchos ateos auténticos, se declaran, públicamente, “agnósticos”, que es un término menos alarmante.

En los países islámicos abjurar de Alah, ser homosexual, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, están fuertemente penados y pueden conducirte a la muerte

Toda la cornisa africana está derribando a sus sempiternos dictadores pero la democracia que intentan darse no parece ser similar, ni de lejos, a la occidental.
Sencillamente, una “democracia islámica” no es una democracia.

La tradición atea (que la ha habido, a lo largo de la historia) está siendo oscurecida, conscientemente, por los poderes religiosos, y sólo reaparece, en la historia, cuando aparece la “tríada infernal: Marx, Darwin y Nietzsche.
Yo, personalmente, veo a Darwin como un “ateo”, a Marx como un “a-religioso” y a Nietzsche como un “anti-teo”.

En este ambiente sitúo al recién fallecido, que encabeza esta reflexión.

C. Hitchens, escritor anglo-estadounidense, también era “anti-teo”, sin embargo ha salido en las noticias de todos los medios de comunicación: “Ha muerto el ateo Christopher Hitchens”.
Un cáncer de esófago (como a su padre) había terminado con la vida de “el gran azote de las religiones”, “el gran ateo”, “el ateo activista”, “el santo de los ateos”, “el luchador incansable contra la violencia presente en todas las religiones, pero sobre todo, en las religiones del libro (judaísmo, cristianismo e islamismo)”.
Un hombre más que polémico (que también) polemista, provocador impenitente, siempre excesivo en sus palabras, compañero inseparable del alcohol y del tabaco (“tan brillante en las páginas como en el bar”), y muy culto, según las crónicas oficiales (licenciado en Ciencias Políticas, en Economía y en Filosofía por Oxford). (La verdad quizá sea otra. Y es que Oxford imparte una carrera (¿) de tres años con el título “Política, Filosofía y Economía” (parece ser que es la misma que ha hecho David Cameron).


C. Hitchens estuvo afiliado a la izquierda más radical. Se definió como trotskista, en su juventud .Militante anti-apartheid, calificó a Kissinger (tan admirado por todos), como un “criminal de guerra” que debía ser procesado por crímenes contra la humanidad, opositor a la guerra de Vietnam, posteriormente apoyó la invasión de Irak por Bush padre e hijo, defensor del aborto, favorable a la píldora anticonceptiva, a la legalización de las drogas, a la eutanasia….
Azotaba, por igual a derecha que a izquierda, cuando creía detectar un abuso de poder.
A Bill Clinton lo llamó “manipulador y mentiroso”.
A la Madre Teresa de Calcuta la zahirió, al calificarla como proselitista de una versión retrógrada del catolicismo. “No era amiga de los pobres; era amiga de la pobreza”. Decía que el sufrimiento era un regalo de Dios. Pasó su vida oponiéndose a la única manera conocida de curar la pobreza que es el empoderamiento (término inglés, acuñado en la Conferencia Mundial de Mujeres, en Pekín, 1.995, y que quiere decir “protagonismo y aumento de la participación de las mujeres en la toma de decisiones y en el acceso al poder) y su emancipación de una vida de reproducción compulsiva”.

…. pero dos hechos cambiaron su trayectoria vital:

1.- Cuando, en 1.989, el ayatolá Khomeini llamó a sus fieles a la “busca, captura y asesinato de su amigo y escritor, el indio Salman Rushdie, cuyo pecado era haber escrito “Versos Satánicos” (libro que leí hace muchos años) y que, según los islamistas, es “un compendio de herejías y ataques a la fe islámica y a Alah”. Merecedor de la muerte.

2.- Los atentados del 11 S, en el 2.001, sobre las Torres Gemelas de Nueva York.

Ambos acontecimientos hicieron que rompiera con los medios de izquierdas y se pasase al otro bando. Esto hizo que perdiera la amistad con sus antiguos camaradas Noam Chomsky y Gore Vidal (sobre todo con éste, que creía que lo de las Torres Gemelas había sido una conspiración del gobierno estadounidense (yo leí, en su tiempo, varios escritos del mismo sobre esta teoría).

En los últimos años se centró en el tema de las religiones y de la inexistencia de Dios.

Dentro del ateísmo del siglo XXI surge el denominado “nuevo ateísmo”, un movimiento crítico con la religión a la que hay que oponerle, siempre, argumentos racionales, para acabar con ella.
Las grandes catástrofes de la historia han sido llevadas a cabo, en nombre de Dios, por las religiones, con sus mentiras y engaños, y por la hipocresía de sacerdotes, pastores, imanes y rabinos.
La religión, en general, nace ante la falta de razón, como respuesta imaginativa a la ausencia de razones, pero su existencia es absurda cuando la ciencia está dando respuestas racionales a los problemas planteados.
Manifiesta Hitchens su convicción de que la religión ha sido, sólo, producto de la ignorancia (aunque yo me pregunto si no ha sido, también, la ciencia la consecuencia extrema del pensamiento religioso, que le sirvió de estimulante para ser sobrepasado).
Las razones científicas y la fe, de cualquier religión, de todas las religiones, sobre los mismos problemas, son incompatibles.
En nombre de Dios, por las religiones, han sido causados más perjuicios que beneficios, han sido fuentes de opresión, una barrera al desarrollo, represoras de la sexualidad y de la libertad.

Además los creyentes, practicantes de cualquiera de ellas, no son mejores personas, desde un punto de vista moral, que los ateos.


(Continuará).

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