miércoles, 2 de mayo de 2012

5.- SIGLO XX. REFLEXIONES (y 8)


Analicemos el Arte.

Toda obra artística viene determinada por su contexto cultural,
Uno contempla Las Meninas y, al momento, reconoce que no es una obra de arte asiática, ni musulmana, ni japonesa, ni india,…
Igualmente ocurre con la música, de las distintas culturas.
La identificas si es bailable o religiosa, si es rock o es romántica,….

El origen siempre deja rastros.

Pero una gran obra, sin dejar de ser particular, se eleva a lo universal, a toda la humanidad.
Se parte de la cultura concreta y se llega a la humanidad entera. Lo particular pero elevado a una perspectiva más amplia.
Una obra maestra, si lo es, debe poder decir algo a todo el mundo.
¿Qué otra cosa es ser “clásico” en el arte sino seguir siendo universal, a pesar de su origen cultural concreto?, Llámese Cervantes o Shakespeare.

Igual que el arte, así es este “humanismo encarnado”, no metafísico, una forma de “cristianismo secularizado”.

Cuando se ama a alguien por sus cargos, por su riqueza, por su estatus, por su poder,…¿se le ama, realmente, a él?. ¿”Es” él lo que él “tiene”?. ¿No seguiría existiendo su yo aunque perdiese todos esas ventajas sociales?.
Cuando amo a alguien por su belleza, por su inteligencia, por su honradez, por su moralidad,….¿Lo amo por lo que es?.
Si por un accidente perdiese su belleza, o por una amnesia perdiese su inteligencia, o por avatares de la vida se convirtiera en un corrupto,…. ¿lo seguiría amando igual que antes?.

Una madre, sí. Incluso lo querría más que antes, nunca desesperaría.

¿Pero tú, a esa otra persona, antes de que te ligara lazo alguno afectivo?.
Amarlo porque es tu hijo, hermano, padre, esposo/a….. pero… ¿y por ser, únicamente persona?.
¿Era amor el no amar, ya, a quien se amaba, porque ha dejado de…..ser joven….bello…..?

Cuando ejercía de “maestro” (antes de ser considerado “profesor”, para terminar siendo, sólo, “trabajador de la enseñanza”) y enseñaba Lógica Clásica les hacia ver a los alumnos la diferencia entre “singularidad” (tú, yo, Pedro, Juan,…), “particularidad” (algunos hombres, algunos libros,…) y “universalidad” (Todo andaluz, todo ser creado,…)
El amor auténtico es a lo singular, al tú, a esta mujer, a esta persona,…a los que, realmente existen, de manera concreta, a lo que se es, a lo que hace que no seamos parecidos a nadie, a lo que nos identifica, el ser únicos e irrepetibles, lo que sólo puede decirse de uno.

Lo particular es lo que pertenece a varios, a algunos, desde la inteligencia a la belleza.
Lo universal es lo que nos pertenece a todos, desde la materialidad a la razón.

Amar al otro porque es él, no porque es guapo, inteligente, fuerte,…

La singularidad, lo exclusivo de cada uno, la personalidad, nos la vamos ganando y construyendo/destruyendo/cambiando a diario.

De ahí que los estoicos y los budistas aboguen por el “desapego”, para “no tener que llorar ante la muerte de esa persona a la que se estaba “apegado”.
Los cristianos predican “amar a los otros en lo que tienen de eternos, por ser “creaturas de Dios”, como nosotros, por ser “nuestros hermanos”. Predican el “apego”, pero “bien dirigido” y prefieren vivir solos (celibato, monacato). Y aunque lloren por la muerte de un familiar, creen en el reencuentro, eterno, tras la resurrección.

Si fuese verdad la doctrina cristiana sería algo maravilloso, pero…. (el deseo y la esperanza de que eso ocurra no garantiza su existencia. Más aún ¿por qué tiene que haberlo?, ¿porque nos interesa?).

Amar aquí y ahora para disfrutar con aquellos a quienes amamos por lo que son, pero a los que acabaremos perdiendo o ellos a nosotros.
Éste es el “amor sabio” o la “sabiduría del amor”.
Éste es el “humanismo secularizado”, lo que le da sentido a la vida, la salvación humana.
Para ello es necesario el “pensamiento ampliado” que nos haga descubrir, en el trato, lo que puede haber de valioso en cada uno de ellos.
Para ello es necesario “respetar las diferencias”, la “tolerancia”, el “diálogo”, el “cuidado del otro”, una “moral abierta al mundo”.

Se trata de “pensar y obrar” de otra manera.

Cuando se habla del escándalo de la “multiplicidad de las filosofías”, por lo que ninguna de ellas puede detentar el monopolio de la verdad, recuerdo a Hegel y su analogía con el que va a una frutería y pide dos kilos de fruta. Y cuando el frutero le pregunta de qué fruta (manzanas, plátanos,….) él responde que no quiere ninguna en concreto, que quiere “fruta”.

La multiplicidad de filosofías puede conducir a:

Al Escepticismo. Puesto que ningún sistema puede decir que es el detentador de la verdad, siendo la verdad una y la misma para todos, entonces,…
Al Dogmatismo. Es verdad que hay muchas, pero todas las demás son falsas. “Mi filosofía” es “LA filosofía”, mi “sentido de la vida” es “el sentido de la vida”,…
Al Democratismo múltiple. Sumando siempre, para el “común” todo lo bueno, bello, justo,…. todo lo valioso que hay en cada uno.

Desde “lo singular”, de cada uno, a lo “universal” de la humanidad.

Éste es “la salvación”, “el sentido de la vida”.

4 comentarios:

  1. Sin ánimo de molestar, creo que se le olvidó mencionar algo: Luc Ferry, Aprender a vivir (2006).

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  2. No es molestia, amigo. Sobre Luc Ferry y sobre Aprender a vivir, como base o plantilla, he ido montando mis reflexiones, para aclararme yo mismo, en primer lugar. Si, posteriormente, alguien lo lee, ¿Que mas puedo desear?. Me alegra, además, saber que también te gusta a ti el autor. Ya somos, al menos, dos.
    Gracias por haber entrado en mi blog.

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  3. No es molestia, amigo. Sobre Luc Ferry y sobre Aprender a vivir, como base o plantilla, he ido montando mis reflexiones, para aclararme yo mismo, en primer lugar. Si, posteriormente, alguien lo lee, ¿Que mas puedo desear?. Me alegra, además, saber que también te gusta a ti el autor. Ya somos, al menos, dos.
    Gracias por haber entrado en mi blog.

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  4. Tal vez sea la emoción de creer encontrarse ante un "alma gemela" lo que le haya llevado a una conclusión errónea. Tranquilo, es comprensible. Pero no me negará que es un tanto arriesgado dejar de lado la Lógica para extraer una conclusión (que me gusta un determinado autor) partiendo de una sola premisa (que he leído su obra). Siento, pues, desilusionarle: no ha acertado. Al menos no de pleno, pues tendríamos previamente que convenir qué quiere decir exactamente que "te gusta un autor".
    Puedo compartir con él (y, por extensión, con Ud.), los dos puntos más básicos: que la Filosofía no solo es aburrida sino que además carece de sentido fuera de toda visión histórica (al igual que la Historia Universal sería incomprensible sin la Filosofía) y, sobre todo, que cada vez se impone más la necesidad de reformular el Humanismo para "superar" esta etapa histórica (la más oscura de todas, en mi opinión) que nos ha tocado vivir.
    No obstante, discrepo con Uds. en varios puntos. La lectura que hacen de Nietzsche me parece un tanto "forzada", demasiado clásica, excesivamente "escolástica" en el sentido peyorativo que creo que compartimos. Por otro lado, dejando al margen a Apel y a Habermas, no creo que el camino a seguir sea el de Popper y el de Rawls: estoy convencido de que tanto la "sociedad abierta" del primero como el neocontractualismo del segundo son, en gran medida, responsables de la situación histórica actual. Por último, opino que las "doctrinas de la salvación", sean con Dios o sin él, deberían permanecer siempre en el ámbito de lo individual. Pretender hallar una "solución universal" al problema no sería más que resucitar nuevamente una metafísica tan inútil como contraproducente.
    P.D.: No hay nada que agradecer. Puede que me guste o no lo que leo en su blog, pero lo que leo en él lo leo con mucho gusto. Un saludo.

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