martes, 8 de mayo de 2012

LOS MUSULMANES (4)


OBLIGACIONES ISLÁMICAS/MANDAMIENTOS CRISTIANOS.

1.- El Islam hace una clara distinción entre “las obligaciones personales” y las “prescripciones comunitarias”.

A.- Las “OBLIGACIONES PERSONALES” son “LOS CINCO PILARES” del Islam.

A1.- LA PROFESIÓN DE FE, (la SHAHADA).
“Yo atestiguo que no hay más dios que Alá y que Mahoma es su profeta”. La proclamación de esta fórmula es la fe del Islam, la Shahada (el equivalente al “bautismo” cristiano). Cuando se testimonia de esta manera la fe en público, se forma parte, por el hecho de hacerlo, de la comunidad musulmana.
Mis lectores recordarán que esto fue, exactamente, lo que publiqué, no hace tanto tiempo, sobre la Shahada de Blas Infante. Hubo muchos comentarios en contra. Pero es indudable y constan testimonios gráficos de la misma.

A2.- LA ORACIÓN (el SALÁT).
Las cinco oraciones rituales reciben el nombre de la hora en la que deben realizarse (recuerdo, a los cristianos, que hasta no hace mucho tiempo, los sacerdotes rezaban: maitines y laudes, vísperas y completas, prima, tercia, sexta y nona).
Los musulmanes tienen que purificarse previamente, de una manera ritual, por medio de unas abluciones (agua o arena). Deben ir vestidos decentemente. La oración comunitaria se realiza en las mezquitas, una vez por semana, los viernes.
Hace años, en un intercambio cultural de mi hija con niños marroquíes, acogimos en casa a una adolescente, de Fez. Al enseñarle el dormitorio que compartiría con mi hija y la cama en la que iba a dormir, lo primero que preguntó fue en qué dirección se encontraba La Meca, para el momento de la Oración. Tuvimos que sacar un mapamundi y calcular que se encontraba en la dirección de la puerta derecha del armario.
Lo ideal para la Oración es arrodillarse en la alfombra en la que se encuentran los 99 nombres atribuidos a Dios en el Corán.

A3.- EL AYUNO (el SIYÁM).
Este ayuno se realiza durante todo el mes de Ramadán, el noveno mes del año islámico (lunar). El ayuno es absoluto desde el alba hasta la noche. Durante estas horas no se puede comer, beber, fumar ni tener relaciones sexuales.
(Entre paréntesis, y sin ánimo de ofender. La camiseta asturiana que adquirí hace años en un viaje del INSERSO, totalmente hedonista: “Fuma, Folla, Come y Bebe, que la vida es breve”. Mal podría este hedonista guardar el ayuno islámico).

A4.- LA LIMOSNA (la ZACAT).
Es un derecho que poseen los que no tienen nada o muy poco sobre los que poseen mucho. Pagar la limosna legal, la Zacat (el azaque) significa que el hombre es sólo depositario, en este mundo, de los bienes recibidos: Dios es el único propietario.
(En la próxima entrada, cuando tratemos los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia, nos referiremos al Diezmo).

A5.- LA PEREGRINACIÓN A LA MECA (AL HADCH).
La Peregrinación a la Meca es un acto esencial del culto islámico. Todos los creyentes tienen que realizarlo una vez en su vida, excepto los que no disponen de medios.
En La Meca se encuentra la Ka´aba, la piedra cúbica que, a la vez, guarda una piedra negra, que data de los tiempos de Abraham.
Según la leyenda, Abraham (Ibrahim) recibió la piedra, al construir la Ka´aba, como un regalo del arcángel Gabriel.
También dice la tradición que el primitivo color de la piedra se transformó en “negro” por los pecados de la humanidad.
Los científicos, hoy, opinan que se trata de un simple meteorito (“piedra caída del cielo”).

B.- Las “PRESCRIPCIONES COMUNITARIAS”

La Dchihád (la YIHÁD) es un a prescripción a la que se alude con frecuencia en el libro sagrado y en Occidente se traduce, normalmente, como “Guerra Santa”, aunque, literalmente, no guarda relación alguna con la “guerra”, sino que significa “esfuerzo”, una lucha para vencer al enemigo interior.
Pero como para todo musulmán, el fin último es el establecimiento de la Ley Islámica en el mundo, el “esfuerzo” (la Yihád) no es otra cosa sino “la lucha por Dios, en cualquier circunstancia”. Aunque en los primeros momentos del Islam la lucha por Dios recurría a las armas (lo que en una entrada anterior hemos denominado “guerreros” más que militares).
(Le dedicaremos una “entrada” exclusivamente a la Yihád).


2.- LOS MANDAMIENTOS CRISTIANOS.

A los jóvenes le sonará a chino lo que voy a narrar, pero eso era lo que había en mis tiempos y estoy seguro que los de mi generación lo recuerdan.
En el Catecismo nos enseñaban que había dos tipos de Mandamientos:
.- Los Mandamientos de la Ley de Dios (los 10 que todos aprendimos: los tres primeros referentes a Dios y el resto relacionado con los padres y con el prójimo (pero voy a obviarlos, porque no están en relación con el tema).
.- Los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia.

El cumplimiento de ambos es el requisito mínimo que un cristiano debe cumplir para salvarse e ir al cielo y no penar, eternamente, en el fuego del infierno.

Los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia son cinco:

2.1.- Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar/fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles.
2.2.- Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar.
2.3.- Comulgar por Pascua florida/Pascua de Resurrección.
2.4.- Ayunar cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
2.5.- Pagar diezmos y primicias a la Iglesia de Dios/Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

1.- Oír misa entera. En realidad era que había que estar presente, físicamente (aunque tu mente estuviera en ….) antes de la consagración, que es la parte central de la misa, la conversión del pan ácimo (la hostia) sin levadura (corrupción) y del vino puro (sin mezcla alguna de agua, aunque yo no sé que pasaba cuando los monaguillos empinábamos la botella y, si faltaba mucho, para que el cura no se diera cuenta, le echábamos agua. ¿También se produciría el milagro?), en el cuerpo y la sangre de Cristo. La misa es el mismo sacrificio de Cristo en la cruz, pero “incruento”. Y, tras las palabras sagradas (mágicas) del cura: “hoc est enim corpus meum”, “hic est enim calix sanguinis mei….”, ¡plaf¡, el milagro de la “transubstanciación”, substancias distintas aunque se mantengan los accidentes (el vino “sabe”, “huele”, “color”,…exactamente igual “antes del milagro” que “después del milagro” (Me haría falta explicar el problema de las 10 Categorías de Aristóteles, la substancia y los 9 accidentes, y ¡no es el caso¡).
La obligación comienza a los 7 años, cuando llega el “uso de la razón”, cuando se hace “la primera comunión”. A partir de ese momento ya es obligatorio. No cumplir este mandamiento es “pecado mortal”, por lo tanto….

2.- Confesar los pecados mortales….
Para que un pecado sea mortal debe ser: 1.- Grave, 2.- Que sea consciente, que lo sepa (entendimiento), y 3.- Que lo quiera (voluntad y libertad).
Es decir, que si uno no sabía que era domingo….o no pudo asistir….o no quiso no ir…..
Los pecados mortales (incumplimiento de los mandamientos) sólo se perdonan con la “confesión de boca”, contándoselo al cura, confesando.
Y para que sea una buena confesión: 1.- Examen de conciencia (ser consciente), 2.- Dolor de corazón (arrepentimiento), 3.- Propósito de la enmienda (propósito de no volver a cometerlo), 4.- Confesión de boca (cara a cara con el cura, bien a través de la rejilla (mujeres), bien cara a cara (los varones) y 5.- Satisfacción de obra (cumplir la penitencia, “pagar”).

3.- Comulgar por Pascua florida/Pascua de Resurrección.
Así como la comida es el alimento del cuerpo, la comunión es el alimento del alma. ¡Y qué mejor momento para hacerlo que cuando Cristo resucitó).
Para poder comulgar debe estarse libre de pecado y en ayunas. (Menudos remordimientos de conciencia cuando uno probaba algo, incluso beber agua. Que el cuerpo de Cristo se mezclase en el estómago con comida mundana….
Más aún. Igual que se come todos los días (para el cuerpo), debería comulgarse todos los días (para el alma).

4.- Ayunar cuando lo mande la Santa Madre Iglesia.
Los días de ayuno obligatorio, bajo pecado mortal son el Miércoles de Ceniza (comienzo de la Cuaresma) y el Viernes Santo (día en que murió Cristo).
El ayuno es obligatorio desde los 18 años hasta los 59 (según el Astete, desde los 21).
Ayunar consiste en hacer una sola comida al día, aunque “también se puede tomar un pequeño desayuno y, para cenar, una frugal colación”.
Pero, además del ayuno, también la “Abstinencia” (“no comer carne ni caldo de carne…”, “no mezclar carne y pescado”, “no comer huevos y lacticinio” (mi suegra, el Viernes Santo nos prepara el riquísimo “cocido santo”, a base de garbanzos con bacalao).
Es obligatoria la abstinencia “los domingos de cuaresma” y “TODOS los Viernes del año”, aunque se dispensa de ello si…. “sacas la Bula” (y la pagas),
Hay dos tipos de Bulas, la de la Santa Cruzada (cuyos ingresos se aplican a las necesidades de las iglesias más pobres) y la Bula de carne (que los dineros se destinan a las casas de beneficencia (como hospicios y hospitales). Había tres categorías, según el poder económico, y si alguien se escabullía y sacaba/pagaba una inferior, no valía, y se pecaba.
La Bula era personal, con Nombre y Apellidos. Yo, monaguillo, las repartía y las cobraba, según me mandaba Don Isidro.
El que fuera los viernes nada tiene que ver con los musulmanes, es porque el viernes era el día que crucificaron y murió Cristo.
Es obligatoria desde los 14 años y durante toda la vida.

5.- Pagar el diezmo/ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
Era el I.R.P.F., pero no estatal, sino eclesiástico.
El diezmo estaba vigente entre los babilonios, persas, griegos, romanos, hebreos.
Hoy sigue vigente en los musulmanes, en los judíos y en muchos grupos cristianos (por ejemplo, los Kikos (El Camino neocatecumenal, tan presente en varias parroquias malagueñas).

Tradicionalmente, entre las doce tribus de Israel hubo una, la de Leví, la sacerdotal, que no entró en el reparto de la tierra prometida. Por ello las otras 11 tribus tenían la obligación de “pagarle el diezmo” de lo que la tierra producía y de los ganados.
Pero no sólo el “diezmo”, también “las primicias” (las principales, las mejores), el mejor cordero, el mejor trigo,…

En la Edad Media, incluso, el papa Gregorio VIII instituyó “el diezmo de Saladín”, que debían pagar todos los que no participaran, personalmente, en las Cruzadas, para recuperar la Tierra Santa.

El diezmo se pagaba en especie, frutos de la tierra y ganado, (cereales, frutos y animales).

¿Queréis creer que en los años 50, en mi pueblo, yo, monaguillo, acompañaba a los seminaristas que, en nombre del Obispo, íbamos por la eras, viendo los muelos de cereales y pidiendo, en especie, “para el Seminario”?.

En este recorrido, más o menos pormenorizado, por los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia ¿ QUÉ QUEDA DE ELLOS HOY DÍA?. Nada o casi nada.
En este recorrido, más o menos pormenorizado, por las Obligaciones Personales y las Prescripciones comunitarias ¿QUÉ QUEDA DE ELLAS?. Todo o casi todo.

La diferencia se llama “evolución”.

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