domingo, 16 de septiembre de 2012

EN EL NOMBRE DEL…… Y DEL SANTO MERCADO.


¿Dejar/darle libertad absoluta a los Mercados, sin intervención alguna de los estados, con sus tanteos y forcejeos, con sus vaivenes, garantiza el bienestar de todos, como afirman los fundamentalistas liberales?.

En la Evolución Biológica de las especies sólo los individuos más aptos, mejor preparados, continúan; los demás se quedan en el camino, perecen, bien como presas, bien como por incapacidad adaptativa al medio en que se desarrollan.

El Darwinismo Social se encargó (y sigue encargándose) de subyugar a “los más” por “los menos”.
La clase proletaria aumentó en número en proporción inversa a la clase burguesa capitalista, menos numerosa que antes pero mucho más potente.
¿Fue para bien de la mayoría?. Evidentemente NO. Fue para bien/para mejor de unos pocos.

El Darwinismo Económico (lo que en otros espacios he denominado “Santo Mercado”) está enriqueciendo a unos pocos (y que además, en la mayor parte, no se sabe quiénes son, en concreto, camuflados en ese perdedero del anonimato de sociedades ídem, a costa ya no de la mayoría, sino de la humanidad entera, cada vez más empobrecida.

Lo único que garantiza el Santo Mercado es la pobreza en aumento, la explotación laboral y la imposibilidad de un Comercio Justo (aunque se amparen en que todo es legal, pero no todo lo legal es justo, hay muchas leyes injustas).

Una Multinacional (naturalmente, anónima) puede arruinar a muchas Naciones concretas, si así se lo propone. Con la paradoja de que al triunfo de esa Multinacional ganadora contribuyen los poderosos de las naciones perdedoras, por aquello de que el dinero no tiene color, nada sabe de amor, le importa un pimiento la justicia y burla (naturalmente, de manera legal) las fronteras.

Afirmar/proclamar la libertad de los para-olímpicos para competir en las olimpiadas es una ironía macabra, es una “boutade”.

Leo en un artículo, de autor fiable, que el rescate de Lehman Brothers (¿recuerdan?) superó a la suma de lo que costaron: la compra de Luisiana, el Plan Marshall, la crisis de las Cajas de Ahorros de los 80, las guerras de Corea y Vietnam, la invasión de Irak, el New Deal y el presupuesto entero de la NASA, incluidos los viajes a la luna.

¡¡¡TOMA Santidad del Mercado, porque si llega a ser un Mercado Pecador…..¡¡¡¡.

¿Esa es la tan cacareada “eficiencia de la Actividad Privada” y el pozo sin fondo y despilfarro de la Actividad Pública?

Claro que no hay que irse tan lejos, ni en el tiempo ni en el espacio. Aquí, en nuestra “España cañí”, lo estamos padeciendo en vivo, en directo y en primera persona.

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