martes, 2 de octubre de 2012

RESPETO SUS IDEAS...PERO NO LAS COMPARTO (TÓPICO 7)


 

Allá por Marzo del 2010 colgué, en este mismo blog, una reflexión sobre “respeto y tolerancia no son sinónimos”.

Una cosa es el “RESPETO”, que le es debido a TODA persona, por el hecho de ser persona (aunque sea un corrupto e hijoputa) y otra cosa es la TOLERANCIA, que tiene que ver, no con lo que las Personas son, sino con lo que PIENSAN (ideas) y con lo que HACEN (la práctica).

 Si TODA PERSONA es RESPETABLE, NO TODA IDEA NI TODA CONDUCTA ES TOLERABLE.

Hay Ideas y Prácticas de Vida Intolerables, y que no deben ser toleradas, que deben ser perseguidas, silenciadas, castigadas.

Incluso este MITO (7) está mal expresado, por lo que acabo de escribir. Respeto tiene que ver con las Personas, no con las Ideas ni con las Conductas.

Pero solemos oírlo o decirlo: “Respeto sus ideas, …. pero no las comparto”.

Suele ser la respuesta típica de un “pensamiento acomodado”. Así nos dispensa del esfuerzo de estudiarlas y del posible debate posterior.

Con el pretexto de no molestar a nuestro interlocutor, así nos evitamos, al mismo tiempo, el riesgo de vernos replicados por él, y contradichos, lo que siempre es molesto para el que tiene el intelecto en standby, un vago intelectual, con la mente de vacaciones.

Pero hay Ideas Teóricas (como el Teorema de Pitágoras o la Ley de la Gravitación) que son ajenas al concepto de “tolerancia”, pues en ellas está presente la “necesidad”.

Si alguien afirma no estar de acuerdo con el Teorema de Pitágoras o con la tabla de multiplicar, ni siquiera nos molestamos en hablar con él. Es un tonto, y se acabó.

Pero también hay Ideas Prácticas, que no están regidas por la Necesidad, sino por la Contingencia. Conductas que se ponen en práctica y no deberían ponerse, o conductas que deberían llevarse a la práctica y que no se ponen.

El Teorema de Pitágoras no entra dentro del ámbito de la elección ni del gusto. SÍ o SÍ.

Pero la consideración de la mujer como inferior al varón y su práctica en la vida cotidiana son Ideas Intolerables y que no deben ser toleradas, aunque sea el pan nuestro de cada día de ciertas religiones y de muchas culturas.

No estamos refiriéndonos a una preferencia personal, individual (si te gusta Machado más o menos que Lorca o el café solo más que el café con leche, o el Madrid más que el Barça).

Ni estamos refiriéndonos a creencias religiosas (quien crea en los milagros de la Virgen de Fátima, allá él, esa es su creencia que, naturalmente, no podrá demostrar con razones, por lo que ninguna razón podría yo oponer a su creencias.

¡Hay, hoy día, creencias tan raras, tan raras, que,,,,¡

Si el creyente, al creer, da un salto por encima de la razón y yo no lo doy, es difícil que dialoguemos y podamos llegar a un posible acuerdo, ante la inexistencia de un terreno neutral, de encuentro, en el que poder dialogar. Lo más que podríamos hacer sería “vocearnos, gritarnos”. Él está allá arriba, con su fe, y yo aquí abajo, con mi razón.

Las Ideas Prácticas, sin embargo, no son gustos personales sino que exigen salir a la palestra y poder confrontar y confrontarse, con razones, con argumentos, con otras Ideas Prácticas distintas, incluso opuestas.

Lo que están exigiendo las Ideas Prácticas (no las creencias) es ponerse a prueba, someterse a la falsación y a la verificación, como criterios decisorios.

Las Ideas Prácticas no son algo privado, sino que, en el seno de estas ideas, está vigente la pretensión de universalidad, y para ello tiene que vencer a todas las demás, convenciendo a sus defensores.

¿Qué son, si no, los Derechos Humanos?. Unas Ideas Prácticas que aspiran a ser Universales.

Si alguien guarda en su cabeza una Idea Práctica y no quiere exponerla y someterla a la confrontación con otras, para que se defienda, se convertirá en un Dogma y él en un Dogmático y todo Dogmático, fanático, siempre es un peligro real, como tenga la posibilidad de imponer su dogma.

No se trata de querer tener La Razón, sino de que sus Ideas sean las más razonables, las que ganen en la confrontación y puedan convertirse en universales.

Una idea privada, una experiencia privada, comienza en uno mismo y en un uno mismo termina, su veracidad pública es cero al no querer someterse al criterio de verdad.

El Respeto (como defiendo en mi artículo) es a Toda Persona, incluso a pesar de sus ideas.

Pero sus ideas… tolerancia con ellas si son tolerables (la forma de peinarse o de vestirse) e intolerancia si son intolerables (la lapidación de la mujer, por adulterio, o la mutilación de la mano por robo,…..)

El favor mayor que podemos hacerle a una persona, respetándola, es rebatirle sus ideas, cuando éstas sean contrarias a los Derechos Humanos.

Tomarse en serio las ideas, las propias y las ajenas, es estar dispuestos a cambiarlas por otras, cuando éstas se nos muestren más sólidas, con más base racional.

Recordemos que las ideas prácticas pueden fracturar la convivencia de la comunidad.

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