viernes, 10 de mayo de 2013

DE NACIONALISMOS.


 
“Todos los que hablan el mismo idioma se hallan unidos entre sí, desde el principio, por un cúmulo de lazos invisibles. Porque pueden comprenderse unos a otros,….” Fichte dixit.

Es una de las mayores obsesiones de todo nacionalismo, la “inmersión lingüística” (“ahogo, asfixia lingüística” –Unamuno, vasco, dixit) y si a ello le añadimos el “derecho a decidir” (independizarnos) es una peligrosa justificación para la exclusión de los no conversos, de los escépticos,…, a los que, una vez “cerrada la puerta” les será difícil/imposible restablecer lazos con los anteriores.

Si estamos donde estamos es por las varias revoluciones surgidas y dirigidas por la razón, en su lucha por sacudirse la tutela de la fe, soltarse de la tradición y del poder absoluto, tanto político como religioso.

Este Racionalismo, que inaugura la Filosofía Moderna, es, unido al Empirismo, el padre de la Ciencia Moderna, de la Tecnología consiguiente, y de las varias y variadas revoluciones.

Este progreso tiende a la universalización, a la expansión, para todo tiempo y lugar.

Y es, dentro de este movimiento expansivo, cuando surge la añoranza de lo próximo, de lo cercano.

Los nacionalismos surgen en la época del romanticismo, posterior a la Ilustración.

Es como decir que surge “contra la revolución del pensamiento (universalista), la revolución del sentimiento (particularista)”, como para no sentirse diluido en la corriente universalista.

Los nacionalismos surgen como las ideologías de las burguesías locales, de corto vuelo, que optan, como todas las burguesías, por la productividad y la ganancia (plusvalías) pero que optan por ser cabeza de ratón más que cola de león.

La manera de no competir, por miedo a perder, con otras burguesías más enérgicas y expansivas, es sembrar la “ideología nacionalista” para monopolizar el territorio.

La estrategia, teóricamente, es fácil.

Basta que un pueblo esté sometido a otra potencia superior para sembrar la discordia en el pueblo y luchar por la independencia. Pero basta, también, que un país esté medianamente dividido para intentar separar la parte del todo.

Se usa y se abusa del discurso del miedo a perder la identidad, con el discurso altisonante (como si la potencia de la voz fuera pareja a la potencia de los argumentos), rememorando una historia, casi siempre falsa, inventada e idealizada, recurriendo al sentimiento, con los ingredientes de “raza”, “lengua”, “cultura”, religión”, “tradiciones”…

Pero en el fondo-en el fondo, lo que subyace tras esos movimientos nacionalistas, es crear un mercado nacional, una especie de coto privado, en el que beneficiarse industrialmente, sin competencia, obstaculizando y gravando la importación, al tiempo que se intenta favorecer la exportación.

Pero esa burguesía nacionalista sabe que no podrá oponerse a la riada universalista, intentando obviar las desventajas e incidir en las ventajas. Sabe que no podrá sobrevivir, asfixiándose, sin un mercado exterior, tanto de importación de materias primas como de exportación de sus productos.

Esta burguesía nacionalista, revolucionaria contra la revolución expansiva, se trocará en “conservadora” en cuanto surjan los movimientos obreros internacionales.

El simple hecho de las Internacionales Obreras y del grito “proletarios de todos los países, uníos”, los amedrenta, teniendo que recurrir a la fuerza policial para evitar las huelgas y a la Iglesia.

“Si “unto” al Gobierno de turno, con sus fuerzas de seguridad, para considerar “ilegal” una huelga, y a la Jerarquía Eclesiástica para que la considere “inmoral”, ocupando su conciencia. Si desde fuera y desde dentro apoyan, “será bueno para la sociedad entera”.

Si la huelga, al ser una “desobediencia”, es considerada “delito” y “pecado”….

La Iglesia, que debería ser “católica” (universal) también le echa una mano a los nacionalismos.

¿Alguien ha visto u oído a las Jerarquías Eclesiásticas, en los territorios nacionalistas, criticando “el nacionalismo”?

 

Hoy todos sabemos que la autosuficiencia de una nación es incompatible con el modelo económico vigente, donde el capital va donde más productividad espera conseguir y la mano de obra es más barata.

Igualmente, la espada de Damocles de la “desdomiciliación” de grandes empresas, que van a lo suyo y si se arriman a los nacionalismos no es para entregarse, sino para echar un cable y pasar la gorra,

La miopía a largo plazo (siempre van con la luz corta) de los líderes nacionalistas contaminan al pueblo con la propaganda de que “nos roban”, “quieren acabar con nuestra identidad como pueblo”, “estamos siendo perjudicados”…

Cualquier país, recientemente separado o histórico, no es libre para contaminar “su” agua, ni “su” aire”, ni “su subsuelo”,…. Sencillamente porque NO son suyos y los países limítrofes no tienen que sufrir las consecuencias.

Como no es libre para pescar, lo que quiera, como quiera, cuando quiera y cuanto quiera.

La lluvia ácida y el “efecto invernadero” están sufriéndolo, más que ningún otro, los países que no los han desencadenado.

Los fenómenos perjudiciales tienen carácter global, y siempre será necesario un poder global, superior a las raquíticas fronteras de los nacionalismos.

Si el nacionalismo independentista tuvo su razón de ser contra el colonialismo, no podemos/no debemos olvidar que han sido los nacionalismos expansionistas los causantes de las dos guerras mundiales.

Los nacionalismos, en otro tiempo centrípetos (unificaciones de Italia y Alemania), hoy son centrífugos y disgregadores, autóctonos y ombliguistas, meras teselas de un puzzle.

Fijémonos en los barrios residenciales de la burguesía bilbaína (Neguri y sus palacetes) y catalana  (Eixample (vivienda habitual) y Sarrià (segunda residencia y veraniega)) y en los barrios obreros (la margen izquierda de la ría del Nervión) o ciudades dormitorios catalanas.

Fijémonos en los manifestantes reivindicadores de la Díada Catalana (día 11 de Septiembre) o del Día del País Vasco (25 de Octubre).

1 comentario:

  1. Parecer ser el primer y principal "promotor" el idioma. Y veo lógico que quieran mantenerlo como primer objetivo. Su conservación.
    Lo de la historia viene después. Antes hay que inventarla y modificar los hechosque puedieran dar lugar a su recreación.
    Y su lugar de nacimiento o crianza. Alguien decía que la ETA nació en las sacristías...

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