miércoles, 29 de mayo de 2013

DOS MANERAS DE ENTENDER EL CRISTIANISMO


20.- ¿Por qué Rouco Varela no consideraba a Vicente Ferrer como uno de los suyos?

Frente a ese silencio de los obispos, ese escandaloso silencio ante el cooperante español, el llanto de miles de pobres en la India despidiendo, para siempre, el cuerpo del exjesuitas, del “santo laico”, del “santo de la India”, tan menospreciado y nada valorado por la Conferencia Episcopal.

Los obispos no han difundido ni una nota de prensa, ni un comunicado de condolencia, ni unas breves declaraciones, lamentando la muerte del exjesuitas.

Tampoco lo harán, sin duda, el día que desaparezca el Padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz.

Hay como dos cristianismos, el de verdad de Vicente Ferrer y del Padre Ángel, y el de salón y moqueta (de Rouco Varela y ad lateres).

No es igual esos barrios de miseria que el Cerro de los Ángeles, donde se consagra a España y se la pone bajo la protección del Corazón de Jesús.

(Menos mal que ni el Rey ni el Presidente de Gobierno han asistido (tampoco habría acudido Vicente Ferrer) a la parafernalia montada en las afueras de Madrid).

“Que no sepa tu mano Izquierda lo que hace…” ¿Recuerdan?. ¡Qué comportamiento tan distinto al de la creación de Escuelas (1.696), Hospitales (3), Viviendas (40.000), Bibliotecas (120), Embalses para regadíos (2.300), Clínicas rurales (14), Centros para enfermos de SIDA,  Centros para ciegos, sordos  y disminuidos psíquicos, Pozos de agua, 3 millones de árboles frutales.

¡Por sus frutos los conoceréis¡

Es verdad. No es igual el Cerro de los Ángeles que Anantapur. Son dos maneras distintas de practicar las bienaventuranzas.

No es igual la labor callada y comprometida del cooperante español que el discurso cardenalicio de Rouco Varela.

No es igual el colgar los hábitos, dejando la Compañía de Jesús, casarse y tener tres hijos, que la ortodoxia, la pureza y la castidad del cardenal.

No es igual la vida del antiguo militante del P.O.U.M. (Partido Obrero de Unificación Marxista) y republicano confeso contra el NacionalCatolicismo y preso en un campo de concentración, francés, que la vida, siempre impoluta y exenta de desviación del Cardenal de Madrid.

No es igual ser filántropo que ser poderófilo.

Dos formas tan distintas de entender la vida y el mensaje de Cristo.

 Ante el silencio de la Iglesia Oficial ¿qué habrá dicho o pensado Dios?

 

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