jueves, 31 de octubre de 2013

EL MITO DE JESÚS (12)


Si la Biblia como tal, con el Antiguo y Nuevo Testamento, no fue reconocida hasta el Concilio de Nicea, siglo IV (325) y los evangelistas, tanto de los canónicos como de los no canónicos o apócrifos (Siglos I y II), quieren encontrar profecías confirmativas que anunciasen la venida del Mesías, se sienten ansiosos en esa labor, no tienen más remedio que recurrir a los textos judíos, cometiendo, entonces errores tanto de traducción como de interpretación.

Es ya clásica la errónea traducción como “virgen” (“He aquí que la virgen concebirá y parirá un hijo”) cuando en Isaías aparece “mujer joven, muchacha”.

Igualmente el texto de Miqueas: “Y tú, Belén, el más pequeño entre los lugares de Judá, de ti saldrá un Guiador que apacentará a mi pueblo, Israel”, por lo tanto Jesús deberá nacer en Belén, para que se cumpliera la profecía de Miqueas y, puesto que Belén era considerada la cuna de David, y de la estirpe de David tiene que ser el Mesías…

Además se sabe del poco rigor histórico, tanto topográfico como cronológico.

Atendiendo a los datos históricos que ellos mismos dan, Jesús no pudo nacer cuando los evangelistas dicen que nació, sino 6 ó 7 años antes (lo que constituye una contradicción: que Cristo nació 6 ó 7 años antes de Cristo.

Habría, pues, que inventarse (¿) un censo para que María, embarazada, y José tuvieran que ir a Belén a censarse y como llegó el momento de dar a luz… pues el pesebre del portal de Belén, la mula y el buey, los pastores, los reyes,…

Cuando hoy los críticos afirman que Jesús nació y vivió en Nazaret. De hecho se le llama “Jesús de Nazaret” o “nazareno”, como el nombre del lugar de nacimiento.

Otro error. En Mateo (23, 23): “mas, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del eneldo (anís) y del comino, pero dejáis lo más grave de la Ley: la Justicia, la Misericordia y la Lealtad...! Bien sería hacer aquello, pero sin omitir esto”

Pero, según leo, no se pagaban diezmos de los vegetales pequeños y menos aún si se criaban silvestres.

Mateo (4, 1-2): “Entonces fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y habiendo ayunado 40 días y 40 noches, al fin tuvo hambre”

¿Se puede ayunar durante tanto tiempo? Y si alguien aguantase tanto tiempo no es que tuviera hambre y sed es que….

Y es que el número 40 es, también un número paradigmático, representa el concepto de “renovación”, de “un nuevo comienzo” al pasar al número siguiente...

En la Biblia se repite muchas veces el número 40: Moisés sube al monte Sinaí y está allí 40 días y 40 noches sin comer pan ni beber agua (Éxodo (24, 18 y 34, 28); durante el diluvio estuvo lloviendo durante 40 días y 40 noches; los judíos vagaron por el desierto durante 40 años; Elías también estuvo 40 días y 40 noches orando en el monte (1 Reyes 19, 8).

Si lo hicieron Moisés y Elías ¿no iba a hacerlo Jesús?

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