martes, 12 de noviembre de 2013

EL HOMBRE (6). EL ADN.


Un ser vivo, por pequeño y simple que sea, es un ser muy complejo y su compleja estructura viene escrita en unas instrucciones que sólo tiene que poner en práctica y que, por lo general, las realizará a no ser que algo o alguien se lo impida.

Las instrucciones vienen escritas en BASES NITROGENADAS O NUCLEÓTICOS, que se combinan, formando los GENES, los cuales se unen en largas MOLÉCULAS (moléculas de ADN) que, comprimidas, forman los CROMOSOMAS que contienen todo el diseño del ser vivo, el GENOMA.

Los Nucleótidos o bases nitrogenadas son como las LETRAS, con las que se forman PALABRAS. El conjunto de un grupo de palabras da lugar a los PÁRRAFOS, con varios de los cuales se componen los CAPÍTULOS, y de varios capítulos sale, finalmente, el LIBRO.

El símil es significativo: Bases-Letras, Genes-Palabras, Moléculas de ADN-Párrafos, Cromosomas-Capítulos, Genoma-Libro.

Hasta mediados del siglo XX se afirmaba que la herencia de los padres se transmitía en las proteínas. Pero en 1.944 se demostró que era el ADN quien transmitía la herencia biológica.

El ADN tomó todo el protagonismo en cuanto que, hasta entonces, se creía que era un material de relleno, sin interés particular alguno.

El ADN es mucho más que el DNI de cada ser vivo.

No es sólo un código de identificación, sino también de edificación y conservación de todo el ser vivo, y desde el primer instante.

El ADN es un código universal que heredan todos los seres vivos, con su capacidad de replicación, mutación y programación.

Capacidad de replicación.

Cuando llega la hora de producir una nueva molécula los dos filamentos se abren, como una cremallera, y cada uno de los filamentos sirve de plantilla para la copia de un nuevo filamento parejo.

El ADN, la molécula más extraordinaria de la tierra, es un ácido nucleico que dibuja una espiral con dos filamentos o cadenas en forma de escalera retorcida.

Los peldaños de esa escalera son la Adenina, la Citosina, la Guanina y la Timina. Beses nitrogenadas o nucleótidos que se designan o se representan por sus primeras letras: A, C, G y T. y que siempre vienen emparejadas de cuatro formas diferentes: A-T, T-A, C-G y G-C.

El ADN es un manual con las instrucciones de formación y desarrollo del ser vivo.

Igual que un programa informático en un ordenador es el ADN para el ser vivo, un programa informático en el núcleo de las células.

Y ese programa sólo tiene las cuatro letras: A, C, G y T.

Cientos o miles de LETRAS de ese alfabeto forman un GEN.

Cada Gen es una especie de código de barras que, leído por la célula, desvela las instrucciones para construir una pequeña parte del ser vivo.

Entre los genes hay una enorme cantidad de ADN que, dada nuestra ignorancia del momento, se le denominó y se le denomina “ADN basura” y que, quizá algún día deje de ser denominado así.

El significado de un gen varía según su situación en el genoma, según la interacción con otros genes y según el tipo de organismo en el que esté.

La misma secuencia genética, en un medio celular diferente, se expresa de modo distinto.

Si injertamos los genes que controlan el ojo del ratón en el genoma de la mosca del vinagre se forman ojos de mosca y muy diferentes a los ojos del ratón.

¿Cómo opera un gen?

La secuencia de cada gen es copiada en el ARN, molécula mensajera de un solo filamento, como media escalera con sus peldaños colgando de un lado.

Este ARN viaja del núcleo al citoplasma de la célula y entra en una fábrica de proteínas llamada ribosoma.

En el ribosoma un equipo de traductores lee las bases de la media escalera de ARN y forma un aminoácido con cada tres peldaños.

Uniendo muchos aminoácidos se construyen las proteínas.

Un gen es, por tanto, un tramo de ADN que codifica la formación de una o varias proteínas.

Las proteínas realizan los trabajos de la célula y le dan su configuración estructural.

El código genético, mediante el cual la información del ADN y ARN se convierte en proteínas, es universal, aparece en todos los organismos conocidos.

La vida, por tanto, sólo tiene un idioma bioquímico, no es una torre de Babel.

El ADN se apretuja en los cromosomas del núcleo celular.

Por lo tanto, los cromosomas constituyen el manual completo de instrucciones para formar y mantener a un ser vivo. Y ese manual lo encontramos repetido en cada una de las células del mismo ser vivo.

Pero de ese lenguaje conocemos la sintaxis –el genoma- pero todavía se nos escapa la semántica, el significado.

Sabemos deletrearlo, pero no sabemos qué significa.

Eso quiere decir que podemos leer la secuencia del ADN pero no entendemos lo que significa, en qué se traducen sus instrucciones.

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