miércoles, 6 de mayo de 2015

ENCANTO DE LA VEJEZ (2)



        Un niño con arrugas es casi una ofensa a la naturaleza.
        Un joven torpe y cansado, apático, es casi un pecado contra la estética.
        Un adulto, vago y juerguista a la vez, improductivo y dilapidador, es como una broma de mal gusto.
        Un mayor con arrugas, algo torpe, pacífico y realista, con unas ganas enormes de vivir, aunque con los sentidos no tan finos como antes y la cabeza con menos pelo, es lo suyo, es lo normal, es lo natural.
        Dicen que estamos en “tiempo de pérdidas”. Pérdida es si a los 40 tienes cataratas o algo de sordera o los pies más cansados o algo de glucosa….a nuestra edad eso no es pérdida, es, sencillamente, ausencia. Pero igual que la sensatez está ausente en el joven y aún más en el adolescente.

        Optimistas, por favor. Seamos realistas, seamos optimistas. Vivimos si no en el mejor de los mundos posibles, sí en un mundo maravilloso.
        ¿Eres de los que lloran al saber que las rosas tienen espinas o perteneces al grupo al que yo pertenezco, al grupo que ríe al saber que, aunque haya espinas, lo importante son las rosas?.

        ¿Eres de los que tus temores y tus miedos no te permiten que arranques el coche de tus deseos o perteneces al grupo al que yo pertenezco, el que pone en marcha la maquinaria de los deseos a pesar del miedo a pinchar o del temor al mal tiempo?.

        ¿Eres de los que se sientan a ver pasar el tiempo, eres de aquellos a los que la vida le va robando tiempo o eres de los que usas, gastas, aprovechas el tiempo, disfrutándolo?.


        Recuerda: Tiempo no gastado no es tiempo ahorrado sino tiempo perdido.

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