“Una vez tuve
ocasión de acudir a una reunión a la que asistió Miguel de la Cuadra Salcedo , un hombre que
ha viajado por todas las partes. Entre otras cosas le pregunté cuáles eran los
pueblos más felices de cuantos había visto por el mundo. Me dio dos nombres que
a mí no se me hubieran ocurrido: uno, los beduinos del desierto de Arabia;
otro, los esquimales de Groenlandia. ¡Pensar que en dos climas tan difíciles
como el desierto árabe y el de quienes viven en casas de hielo con pieles, como
hacen los esquimales haya podido haber felicidad!. Pues la hay.
En otra ocasión leí un estudio de un
antropólogo que trabajó con los bosquimanos en el Sur de África. Por cierto,
creo que el progreso los ha echado de su territorio. Decía que se hallaban
entre las gentes más felices del mundo y que, con un poco de trabajo y de
recolección de frutos vivían tranquilamente y no querían más
Hay culturas enteras cuyo objetivo
principal no es el beneficio económico”
Querido maestro, esa es la
puesta en práctica de cierta filosofía griega (aunque los bosquimanos no la
conocieran)
Ser y obrar filosóficamente y
sin saberlo.
“La felicidad no es satisfacer
los deseos, porque uno puede tener deseos equivocados (como cuando uno se
equivoca de camino, no es feliz en su equivocación, hay que hacerle ver que
está equivocado para que dé marcha atrás). ¿Cuál es la felicidad del niño ante
una bolsa de dos kilos de caramelos?. ¿No hace bien el padre/la madre
prohibiéndoselo?. ¿Es que los padres no quieren que su hijo sea feliz?. No. Es
que el niño está equivocado. Entonces o reconoce su error o se le quita la
bolsa.
Maestro: algunos filósofos
griegos distinguieron tres tipos de deseos, que nunca deberíamos olvidar:
1.- Deseos naturales y
necesarios, que debemos satisfacer para no morirnos ni para que desaparezca la
especie humana. Comer, beber, vestirnos, cobijarnos, sexualidad…..porque
tenemos, todos, hambre, sed, frío y calor, instintos…
2.- Deseos naturales pero no
necesarios. Comer percebes, beber Ribera del Duero, un piso de 700 metros cuadrados ,
acostarte con Nicol Kidman (o George Cloony).
3.- Deseos ni naturales ni
necesarios. Emborracharse, drogarse, comerlo todo y a cualquier hora, practicar
el sillón bol…..
Apúntate a los segundos y
terceros y tienes todos los boletos para no ser feliz.
Sus bosquimanos, maestro,
apostaron a lo seguro: a los deseos naturales y necesarios.
Porque a uno le puede gustar
el mar o le puede gustar más la montaña, hacer rutas de alta, media o baja
dificultad, andar o pasear, la primavera o el otoño, la nieve o la playa. Es el
perspectivismo, es el punto de vista, que es personal e intransferible. Uno
saca felicidad, es feliz haciendo eso que le gusta (y que no le es
perjudicial).
El tema de la felicidad ha
sido, es y será una cuestión siempre abierta. Es como el pico de una montaña,
al que todos tendemos pero por caminos distintos, porque tenemos versiones y
visiones distintas.
Ni los que llevan el mismo
sendero van al mismo paso, ni con la misma gente, ni con el mismo entusiasmo.
La felicidad no debe buscarse
directamente, porque no existe en ningún lugar, no es algo abstracto. La
felicidad, ya les he dicho antes, tiene que acompañar a alguna actividad.
Sólo son verdaderamente
felices quienes dedican su vida al servicio de un logro, de una meta, de un
proyecto,.. pero no querer ser feliz cuando se llegue y se cumpla, sino
mientras se va.
El llegar es la culminación del
ir.
Pero la felicidad debe ir de
la mano del “ir”, no del “llegar”
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