jueves, 7 de diciembre de 2017

6.- LA MUJER EN EL FRANQUISMO: LA MUJER-CONEJA

LA MUJER-CONEJA.

“Que aceptéis TODOS los hijos que Dios os dé” (y Dios, naturalmente, cada 10 meses estaba dispuesto y preparado para darle a la mujer un hijo más)

Para la mayoría de los ginecólogos “la mujer sólo tiene un objetivo en la vida: ser madre”
La futura o posible maternidad, lo que supone un NO a todo control de natalidad, o aborto terapéutico, o interrupción voluntaria del embarazo, o el uso del sexo para placer y no pro-maternales.

“La mujer sólo alcanza su plenitud como mujer cuando llega a ser madre” cuando hace el recorrido biológico completo desde el coito-embarazo-parto.
Si no hay embarazo las mujeres todas, pobres y ricas,… permanecen imperfectas o anormales, pues su organismo está preparado para ello.

Hasta en 1.970 se afirma que “la púber se convierte en mujer adulta cuando es capaz de cohabitar satisfactoriamente, quedar embarazada y sentirse emocionalmente mujer”.

La mujer es un ser creado sólo con la finalidad de ser madre, incluso Vallejo Nájera dirá de “la delicia estética de la monogamia y de no entregarse al placer más que con la finalidad de procrear hijos”.

La mujer siempre es madre: “la mujer que lo es biológicamente, virgen o casada, joven o vieja, es siempre madre, y aunque aún no lo sea con su cuerpo o sin llegar a lograrlo, proyecta sobre todos sus ternuras, sus cuidados,…y sólo con anhelar tener hijos, ya muestra su bondad integral”.

Quien haya tenido en su hacienda conejos, y conociendo las camadas periódicas de la coneja, entiende lo que quiere decirse con “mujer-coneja” (con muchos hijos, siempre pariendo y criando)
No sólo es su capacidad “generativa”, también la “para-generativa” para criar.

La mujer es mucho más madre que cualquier hembra animal, por los tremendos esfuerzos y “dolores de parto”, que apenas se nota en las hembras animales (vacas, cabras, ovejas,…que cualquier agricultor-ganadero lo comprueba casi a diario).
El sufrimiento y el dolor como mérito, algo científicamente absurdo, pero religiosamente sostenido y predicado, querido por Dios, cuyo Hijo se hizo hombre y sufrió por nosotros para (bla-bla-bla….)
(Cuando todos sabemos que el dolor suele venir aparejado con una enfermedad o una anormalidad).

¿Extraña, pues, la denigración y campaña contra la soltería con el despectivo de “para vestir santos” (tallas de madera, seres muertos) en vez de “vestir hijos”?

Con esa ideología instalada en la mente es normal penarla moralmente, ¿pero hasta económicamente, como propone Vallejo Nájera?
De hecho, en todas las naciones democráticas, a los solteros se les grava más en su Declaración de la Renta.
Incluso postergar a los solteros en los ascensos (mérito, pues, de los casados)

Lo que no afecta para las “solteras de vocación religiosa o monjas ni para mujeres enfermas (detalle racista)

La persona soltera es una lacra social.
El solterón, por regla general, es un mal patriota y un mal ciudadano, o un enfermo.
“Piensen los solterones, muy seriamente, sus deberes para con Dios, con la Patria y con el Estado”.

“El ciudadano-modelo de la Nueva España será “casado” y “prolífico”.

Y si se considera un mito la “explosión demográfica” ¿para qué un control de natalidad?
España necesita de brazos y de hijos, un país con muchos habitantes es un país poderoso.
Puesto que España es un país casi desértico comparado con otros de nuestro entorno, deberíamos estar abiertos a la emigración, sin embargo: “el peligro amarillo”. Yo no soy racista y creo que tan inteligente como yo puede serlo un negro y quizás, a veces, mucho mejor. Por lo tanto, creo en el porvenir de los negros, de los chinos, de los japoneses y de todas las demás razas del mundo. Pero ¿tienen estos países nuestra misma cultura? ¿Es que ellos van a defender lo que nosotros defendemos?, Como católico, creo que lo que nosotros defendemos merece la pena ser defendido”.

O sea, no es racismo puro, pero sí un “racismo ideológico”, “un racismo cultural”,…

Y como somos mejores y más religiosos (y de la única religión verdadera) que todos ellos, nuestras mujeres deben tener más hijos.

“El control de natalidad moderno produce la degeneración de la raza, que se agudiza al disminuir la descendencia de los intelectualmente más dotados, y de las clases altas y selectas”

Explosión demográfica y degeneración colectiva.

En “La rebelión de las masas”, de Ortega, se afirma: “frente a esta proliferación de los débiles, de los minusválidos y de los malformados, debida a la atención médica y al progreso de la medicina se ha producido una restricción básica en el número de hijos de cada familia…Hemos cambiado el esquema reproducción prelación y, en consecuencia, hemos alterado artificialmente el proceso de selección de nuestra especie. Es paradójico que sea justamente el progreso de la medicina el que haya contribuido a este retroceso de la genética…Es posible que en el seno de nuestra sociedad lleguen algún día a crearse ghettos de individuos subhumanos, protegidos por los demás, que se sentirán felices viviendo entre ellos y que proliferando como una inclusión microsocial dentro del resto de la sociedad puedan llegar a construir una verdadera subespecie humana”.

Antes funcionaba la criba como método selectivo y los débiles caían y desaparecían.
Con los avances de la medicina y de la cirugía parece hasta pecado que una mujer muera en el parto o dejar morir a un niño por defectos que tenga.
La mortalidad ha disminuido por el avance de la cultura y la natalidad no se ha desbordado, de lo contrario,…

¿Sólo deben reproducirse, en mayor cantidad, las clases altas, seleccionadas?
¿Control de natalidad para los de abajo e incentivos de natalidad para los de arriba?
¿Pero no sería ese control de natalidad des-sobrenaturalizar la relación sexual de la pareja?

“El matrimonio maltusiano no cultiva el verdadero amor, a lo sumo, y temporalmente, una afectuosidad empalagosa en cuyo fondo anida el desprecio hacia el egoísmo del cónyuge y el descontento por la propia mezquindad. La situación psicológica es la misma de las uniones mercenarias.
Ya no se ve en la esposa la madre venerada, la tierra fecunda de la que, con el sudor de nuestro rostro, recogeremos las doradas gavillas.
Podremos, así, desear la fruta del huerto ajeno.
(…) el sello divino del Creador, que aureola la frente de la madre cristiana, de la madre española, no americanizada”.

Podemos, pues, imaginar la educación sexual-matrimonial de las parejas españolas, durante casi 40 años, de un régimen opresor no sólo en lo político, sino en lo individual, familiar, cultural.

Es que algunos están en contra hasta del método del ritmo o de Ogino, prefiriendo la continencia periódica como medio de regular la natalidad, usando sólo del matrimonio en los días agenésicos.

Aunque el Opus Dei, a través de la Universidad de Navarra, va más allá: “los métodos anticonceptivos, incluido el método Ogino, o de abstinencia periódica, son, en el fondo, sistemas abortivos y, por lo tanto, criminales”.
Incluso llegan a afirmar una relación entre embarazos no queridos (utilizando el método Ogino) y niños anormales (mongolismo) (1.975)
Y todo por el efecto abortivo por la fertilización en días alejados del momento de la ovulación y más próximos al comienzo de la fase menstrual, lo que es un riesgo que no debe desconocerse.
O sea, sólo la abstinencia total.
Pero entonces…

Por supuesto contra la píldora porque, está demostrado, que cuando falla acuden al aborto.

¿Y qué decir del DIU (“dispositivo intra-uterino”), que perturba el tránsito del nuevo humano, su implantación o su desarrollo? Es un abortivo. Sacrificio de un ser humano, condenable no sólo a la luz de la moral católica, sino a la luz del más elemental derecho natural.

¿Y cómo iba a implantarse un DIU una mujer si tiene que ser el médico, que se opone a él, la mano experta para su implantación?
Así que las mujeres españolas…
El preservativo y/o el diafragma también impiden el desarrollo normal del espermatozoide en su trayecto en la búsqueda del óvulo.


Si, actualmente, la actitud moderna es la separación de “sexo” y “embarazo”, durante 40 años no fue así.
“Quien quiera hacer el amor (placer, gratificación) que cargue con las consecuencias (hijos, crianza y educación).”

El aborto voluntario es un crimen hecho y derecho, a pesar de que el fallo haya sido técnico e independiente de la pareja.
Y si una mujer tuviera derecho a ello estaríase obligando a un médico a ser un “criminal por obligación”

Y, para rematarlo: “quizá ese feto que se mata sea el nuevo genio que salve a la humanidad del callejón sin salida en que se encuentra”.

Así que: “el aborto es cosa de rojos y de la malvada táctica marxista” como era la propaganda de ideas maltusianas en el pueblo, con el folleto: “huelga de vientres”, además de que eran los médicos marxistas los que intentaban trabajar en los consultorios prenatales de familias proletarias prolíficas en las que mayor era el índice de mortalidad infantil.

“En Rusia existen abortatorios oficiales” (Vallejo Nájera).

“Fue en la zona roja (en España) donde el hábito del aborto criminal…”

La conducta sexual en Rusia es un acto fisiológico, como sudar.

El aborto es cosa de depravados morales, de seres anormales, o de personas que desean destruir la sociedad.

El aborto es una práctica repugnante entre las más criminales, Es “un crimen macabro”

El aborto provocado es muy a menudo, casi siempre, un aborto incompleto, es decir, infecciones, hemorragias,

Es decir, en conclusión, que la mujer no tiene libertad sobre su propio cuerpo, ni decisión sobre su propia vida, una “mujer-objeto”.

El nuevo ser que acaba de formarse en el vientre de la madre no le pertenece al cuerpo de la madre, pertenece a la especie, es un patrimonio del género humano.


Del tema del aborto provocado, lo mejor es no hablar de él, no aún para estar en contra.

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