jueves, 10 de mayo de 2018

CULTURA RELIGIOSA: LOS EVANGELIOS (1) Y ARGUMENTOS


LOS EVANGELIOS.


Ni de fuentes romanas ni de fuentes judías procede todo lo que la Iglesia cuenta sobre Jesús, del que saldría el Cristianismo, sino de los 27 escritos que conforman el Nuevo Testamento, escritos después del nacimiento de Jesús y que, unidos al Antiguo Testamento, escritos antes del nacimiento de Jesús y que pertenecen a la religión judía, da lugar a la Biblia.

Estos 27 textos son los siguientes:
.- Los cuatro Evangelios Canónicos u Oficiales, así estipulado por la Iglesia (los de Marco, Mateo, Lucas y Juan, ordenados cronológicamente) pero que, en realidad, se desconoce quiénes los escribieron.
.- 13 Cartas de San Pablo
.- 8 Cartas (UNA dirigida a los hebreos, UNA atribuida erróneamente al Apóstol Santiago, DOS atribuidas a Pedro (también sin fundamento, pues el autor parece no conocer a Jesús), TRES atribuidas al apóstol San Juan (pero que tampoco fueron escritas por él) y UNA atribuida a San Judas Tadeo (pero que también se desconoce su autor)
.- Los Hechos de los Apóstoles, de Lucas (el mismo del tercer evangelio)
.- El Apocalipsis, atribuido al apóstol San Juan, (pero cuyo autor desconocemos), pero que podría ser el mismo que el del cuarto evangelio.
                                   
Estos 27 textos son los únicos reconocidos por la Iglesia como “fidedignos” o “canónicos”

Porque, si esos son los “canónicos” quiere decir que había otros (más de 100) no “canónicos”, ni “fidedignos”, “ni inspirados”, por parecer menos “fiables” que los otros. Son los llamados “evangelios apócrifos” (no necesariamente falsos), algunos de ellos aparecen citados por los primeros Padres de la Iglesia, que muchos de ellos se encuentran desaparecidos o se conservan sólo fragmentos, pero que en ellos se recogen las tradiciones orales de las primeras comunidades cristianas.

Si había más de 100 evangelios ¿por qué sólo esos 4 son los considerados “auténticos” e “inspirados”?
Parece que algunos de los milagros que cuentan los apócrifos eran poco serios o fantasiosos.
Pero hubo otros motivos.

1.- San Ireneo, año 205. Argumentos de por qué son cuatro (entre 60): “porque el mundo tiene 4 regiones… luego tiene que haber 4 evangelios”.

2.- Como existen 4 puntos cardinales…cuatro son los aires o vientos, y como el “Evangelio es el soplo del viento divino…”debe haber 4 evangelios.

3.- Como el Verbo reina sobre los querubines y éstos tienen 4 formas, por eso…debeN ser 4 los evangelios.

La decisión fue tomada en el Concilio de Nicea, año 325, debido a un milagro que consistió en que, puestos todos los evangelios en el suelo, sólo 4, los inspirados, se colocaron solitos en el altar, tras haber ido volando hasta allí o, según otros, llevados por un pajarito.

Según otra versión fue, al revés. Estaban todos sobre el altar y los apócrifos fueron cayéndose todos al suelo quedando sólo los 4, los “auténticos”

La tercera versión dice que el Espíritu Santo entró en el Concilio de Nicea, en forma de paloma, a través de una ventana (y sin que se rompiera el cristal). Y, estando reunidos todos los obispos, la paloma se fue colocando sobre el hombro de cada obispo y le decía en voz baja al oído cuáles eran los 4 evangelios inspirados, y resultaron ser los de Marco, Mateo, Lucas y Juan.

Por haber sido considerados por la Iglesia como “canónicos” gozaron durante siglos de una credibilidad absoluta, sobre todo los 4 evangelios, que eran considerados documentos históricos, como auténticas biografías.

Sólo desde el XVIII empezaron a ser considerados como “textos literarios” que no pretendían contarnos la vida de Jesús y lo que hizo, sino lo que pensaban y creían las primeras comunidades cristianas.

De los 4, los 3 primeros han sido llamados “sinópticos” (del griego “syn-orao” = “ver conjuntamente”), porque, colocándolos en columnas paralelas, se pueden seguir en los tres una misma narración con una estructura muy parecida.
Aunque, en realidad, a la hora de contar un hecho o referir un mismo discurso, divergen entre ellos (por ejemplo, a la hora de describir el proceso, la muerte y la resurrección de Jesús.
Y es que, cada evangelio tiene en cuenta a quienes iban dirigidos, adaptando los acontecimientos (no que, voluntaria y maliciosamente, los falsearan)
Porque no son iguales una comunidad cristiana judía (con los fariseos pinchándoles) que otras no judías. De ahí lo mal que ponen a los fariseos (cuando Jesús, seguramente, en una etapa de su vida fuera fariseo, aunque no era igual interpretar los textos “literalmente” que “con otra perspectiva universalista”)

Los fariseos no estuvieron implicados en la muerte de Jesús, y muchas veces lo invitaron a comer. Pero es después, cuando los fariseos entablan la lucha contra los cristianos cuando se desata la animosidad cristiana contra los fariseos.

Los primeros cristianos les achacarán a los fariseos que ya en vida de Jesús eran sus enemigos, cuando sólo lo eran contra la secta de los cristianos.

Los evangelistas se consideran narradores de la vida de Jesús, no es que se lo estén inventando, algo de verdad debía de haber.

Pero todos pasan por alto, de la vida de Jesús, desde su pérdida en el tempo hasta el comienzo de su vida pública.

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